¿Quién se atrevería a condenar al monstruo de Frankenstein por su malevolencia cuando jamás se sintió aceptado, querido ni mucho menos cuidado ni tan siquiera por su creador? ¿Quién era el verdadero “engendro” en la obra de Mary Shelley?, ¿el que mataba o el que ignoró a aquel a quien había dado la vida? Verdaderamente, ahora que tanto dice preocuparnos la manipulación genética, ¿hemos reparado en la incomunicación, el descuido, la soledad o el abandono como generadores de verdaderos monstruos, mucho más amenazadores que los que puedan devenir de la oveja Dolly? Read more…

Autor Rafael Lletget
Tratamos de recuperar la esencia de la perspectiva humanista buscando su lugar en el ámbito de los cuidados enfermeros. El ser humano , más allá de eslóganes y frases oportunistas, constituye el centro de la praxis enfermera.