El Consejo General de Enfermería ha defendido con rotundidad, en numerosas ocasiones, que cada colegio de España debe contar con una o más enfermeras en plantilla, dependiendo de la ratio del centro. Hay argumentos lógicos y también científicos. No estamos hablando de una profesional que ocupe una habitación a la espera de que llame a la puerta un niño o niña a la que le “duele la tripa”. Esa concepción arcaica y caricaturizada está muy lejos del concepto de enfermera escolar que proponemos.
Una parte de la comunidad educativa y los responsables políticos son conscientes de que, además de atender emergencias y puntuales problemas de salud —que es una garantía para los padres y los alumnos—, la presencia de una enfermera o enfermero de forma permanente redunda en un beneficio directo para los menores y la sociedad en su conjunto.
Porque una enfermera ofrece una oportunidad de abordar de la mano de sus conocimientos temas clave de educación para la salud, hábitos de higiene, alimentación, educación sexual, detectar acoso escolar y muchísimas funciones que aportan un valor inestimable. Sin embargo, todavía hay quien propone unos modelos de coordinación de los colegios con unos centros de salud donde las enfermeras ya no dan abasto. Ese modelo también podría ser viable, pero quizá implica numerosas complicaciones, incertidumbres y desventajas frente a contar con una buena enfermera escolar.
Respetamos todos los planteamientos y entendemos todas las posturas, pero también existen posiciones divergentes sobre si los niños, con enfermedades muy graves, que estudian en centros de educación especial deberían integrarse en colegios e institutos convencionales. Tras hablar con algunas enfermeras que trabajan en centros de educación especial, como las que aparecen en este reportaje de diarioenfermero.es, y comprobar de primera mano la casuística que manejan, no sé si en un centro cualquiera, incluso cuando se provean de las medidas necesarias, medios técnicos y personal especializado, podrían estar bien atendidos algunos de los pequeños que aparecen en el reportaje realizado por los periodistas del Consejo General. Hay que poner en un plato de la balanza la deseable integración y en el otro los cuidados que necesitan estos chicos y chicas. Tienen derecho a recibir los mejores cuidados.
Autor Florentino Pérez Raya
Florentino Pérez Raya es el presidente del Consejo General de Enfermería