Rebotica o trastienda

Partiendo de la base de que cualquier profesión tiene derecho a evolucionar en su campo de trabajo y en la búsqueda de soluciones a las necesidades de las personas, no es menos cierto que debe hacerlo en el ámbito de su ciencia. Hace unos meses que los farmacéuticos están queriendo dar un salto, sobre todo farmacéuticos con oficina de farmacia, para adentrarse en el entorno de la atención sanitaria directa a las personas.

Están empeñados en utilizar la rebotica para realizar tomas de tensión, poner vacunas de la gripe, etc. Sin embargo, mucho me temo que están rebasando el ámbito de sus competencias y de su ciencia. La LOPS les asigna un papel claro y bien delimitado: “corresponde a los Licenciados en Farmacia las actividades dirigidas a la producción, conservación y dispensación de los medicamentos, así como la colaboración en los procesos analíticos, farmacoterapéuticos y de vigilancia de la salud pública”.

En ningún momento se les está encomendando nada que tenga que ver con la asistencia sanitaria, que, por otra parte, tienen encomendada médicos y enfermeros en este país. ¿Que podrían hacerlo?, claro que sí, lo mismo que un bombero o un auxiliar de enfermería, pero ni estos últimos ni los farmacéuticos están capacitados ni son competentes para ello. Desde mi punto de vista, estas reivindicaciones asistenciales son una pretensión que conlleva una falta de respeto a las profesiones que actualmente están capacitadas para ello.

Se puede argüir la cercanía de la farmacia y de la trastienda para atender pacientes que llegan a buscar allí los remedios que previamente han indicado otros profesionales, para prestarles una nueva consulta en la que satisfacer unas necesidades de salud, como dicen algunos farmacéuticos, no detectadas por médicos o enfermeros o porque se encuentran que les consultan problemas de salud no tratados por médicos o enfermeros. Pues bien, en este caso lo único que hay que hacer es remitirlos al médico o al enfermero. Cierto es que la farmacia y su rebotica están en el barrio y son más cercanas al cliente, pero cierto es también que tienen muy cerca un “Chino” y estos no se plantean este tipo de cuestiones.

En un país como el nuestro, con un Sistema Nacional de Salud como el nuestro, en el que todo el mundo tiene garantizada una buena asistencia sanitaria, sobran iluminados que nos distraigan o nos entretengan en la rebotica para huir de aquello que nos corresponde o huir de la función que los poderes públicos nos asignan.

 

 

Fidel Rodríguez Rodríguez

Autor Fidel Rodríguez Rodríguez

Expresidente del Colegio de Enfermería de Ávila y analista de la profesión con una crítica sincera, desde la vertiente sanitaria y universitaria

1 Comment

  1. Rafael Arciniega

    Totalmente de acuerdo con lo expuesto en este artículo. Maxime con el agravante de que compenetrados con la industria en los anuncios televisivos se anuncian los medicamentos con el consejo final de ante cualquier duda consulte con su farmacéutico, algo que en nuestro siglo me parece ya inaceptable existiendo profesionales habilitados y cualificados para ello.
    Además, creo que ya basta de ver como en numerosos despachos de farmacia, es personal auxiliar no facultativo el que se dedica a aconsejar, incluso a diagnosticar y prescribir medicamentos.

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