Sabemos que los profesionales sanitarios nunca harán bien su trabajo si no están en constante reciclaje de conocimientos y se mantienen activos en el campo asistencial. Es un deber y una obligación de todos no estancarse y estar siempre preparados para atender, con diligencia y profesionalidad, cualquier caso, desde un niño con fiebre o un corte a la peor de las heridas, quemaduras o mutilaciones. La práctica en simulador, en los centros hospitalarios o acompañando a profesionales como parte de la formación de Grado, resulta fundamental como complemento a la teoría.
Cuando los enfermeros quieren dar un paso más allá y dedicarse al siempre excitante y exigente campo de las urgencias y emergencias, las prácticas y los simulacros son indispensables. Hace unos días, y así lo contamos con detalle en los medios del Consejo General de Enfermería tuve el privilegio de asistir en persona a uno de los mayores simulacros que se realizan en este campo. Y la situación que se planteó fue extrema y terrible, pero por desgracia no se trata de una hipótesis remota, sino algo que puede ocurrir cualquier día en España, según certifican las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
Los enfermeros que se convierten en expertos en urgencias y emergencias demostraron en el ejercicio estar preparados para trabajar en las peores condiciones, haciendo su trabajo bajo la amenaza de ser objetivo de los “terroristas” como las víctimas a las que atienden. No son muchos los profesionales que pueden trabajar bajo esa tensión y concentrarse en el paciente cuando están rodeados de las secuelas de la sinrazón humana y a la vez temiendo por su propia integridad. La actuación de la Guardia Civil y todos los equipos de Protección Civil que participaron en el simulacro fue intachable y proporciona cierta tranquilidad ver cómo entrenan para detener o acabar con los que amenazan la convivencia y protegen a la población.
Por otra parte, buena prueba del nivel de las enfermeras y enfermeros de emergencias ha dejado el reciente Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), que ha contado como siempre con una nutrida representación de la enfermería con ponencias brillantes. ¡Seguid así, compañeros!
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