La enfermería ha fijado su centro de gravedad y su razón de ser en el cuidado de las personas, de las familias y de la comunidad: cuidar al ser humano. Unas veces para ayudarle a recuperar su salud, otras para enseñarle a convivir con su enfermedad y otras para acompañarlos cuando la curación no es posible. Por supuesto siempre para evitar que enferme. Tal actividad, claramente beneficente, supone un permanente “habérselas con” el ser humano y, con extrema frecuencia, se sitúa ante un ser humano en situación de limitación y fragilidad. Ello conlleva una situación de asimetría que será preciso reconocer para evitar tanto el riesgo de paternalismo como el de manipulación. Read more…
Autor Rafael Lletget
Tratamos de recuperar la esencia de la perspectiva humanista buscando su lugar en el ámbito de los cuidados enfermeros. El ser humano , más allá de eslóganes y frases oportunistas, constituye el centro de la praxis enfermera.