Las listas de espera para consultas externas e intervenciones quirúrgicas constituyen una herramienta de primer nivel para medir la eficiencia real de un sistema sanitario. Cuando las demoras y el número de enfermos que aguardan una cirugía se disparan significa que algo va mal. Unas veces la culpa de ello es la falta de presupuestos. Otras, la carencia de sanitarios, y en algunos casos -más de los que podría creerse- una deficiente gestión. Cuando la cifra de afectados y el tiempo de espera son bajos, significa que la organización sanitaria está bien engrasada y no adolece de alguna de las tres dolencias anteriores. Read more…

Autor Sergio Alonso
Fundador y director del suplemento A tu salud del diario LA RAZÓN