Toser o no toser, esa es la cuestión

Algo bueno ha traído el bicho covid. Ya no hay más enfermedades, han desaparecido, o al menos no se habla de ellas. Aunque hay otro bicho por ahí, conocido como el mosquito del Nilo que se ha venido a bañar en el Guadalquivir y está dando más sustos que una vaquilla en un encierro. Y eso que cuentan que la Junta de Andalucía ignoró varios informes para prevenir brotes del mosquito desde el año 2010. Mira que no sé por qué no me sorprende.

Pero para susto otro bicho venido del Nilo este año. Cuentan que un cocodrilo ha estado bañándose en el Pisuerga. Tal como vino, o se ahogó o se fue, porque no le han vuelto a ver. Cinco días de batida de la Guardia Civil sin resultado para tranquilidad de los bañistas.

Esto de la zoología daba para mucho, ahora con la distancia social sólo da para discusiones. ¡Ponte la mascarilla y saca al perro! ¿Por ese orden? ¿Si me pongo la mascarilla, cómo fumo? ¡Si tú no fumas! Pues ahora que está prohibido, ¡me apetece una cachimba!

Como no hay fútbol, se echa de menos la temporada taurina. Aunque de los toros mejor ni hablarnos. No se puede hacer sufrir a los animales y menos en peleas contra el hombre. Estoy de acuerdo. Bueno en la tele ponen muay thai y boxeo, eso sí se puede ver.

Lo del ocio está complicado. Cuidado al ir de tiendas al centro comercial. Control de temperatura hasta por circuito cerrado. Tienda que entras, chorrito de hidroalcohólico que te cae. ¿Pero cómo me voy a dar el gel si tengo las manos llenas de bolsas? Si se mueve la mascarilla y te tocas la cara la lias. Estos geles se pegan como el «Loctite». ¿Y la forma de darnos el gel? Ahí sí vamos sobrados, escucha, parecemos todos cirujanos de Anatomía de Grey. ¡Qué arte!

De bares que decir. Estamos en verano en un país de bares y una terracita por la noche se agradece. Mascarilla y rapidito que ahora cierran pronto. Lo mismo es que el bicho se transforma a partir de la una, como si fuera un Gremlins mojado. ¿Bueno una horchata? Si, vale. Me tomo la horchata con distancia de seguridad y cañita por debajo de la mascarilla. ¡Pero vamos a ver! ¿No estaban prohibidas las cañitas de plástico porque iban al mar y mataban a los peces? ¿Todas las cañitas? ¿A todos los peces del mar? Ahora tengo cargo de conciencia.

A todo esto. Vamos con la mascarilla puesta, las manos llenas de hidrogel y bolsas varias. Me pica la garganta y me da tos. Las ganas de toser mejor me las aguanto. Sólo faltaba que me hagan un test de esos que pedíamos hace tres meses y no había manera y ahora parece que los regalan. Y lo peor, que salga negativo y asintomático, con tos, pero asintomático. Palabra de moda en los informativos de los últimos días. Palabra maldita, como si no tener síntomas fuera culpa de quién no los sufre. Pero eso no importa. solo ¨los asintomáticos¨. ¿A que suena a serie de ciencia ficción?

En veranos antecovid el factor 50 era nuestra crema de día. Ahora, vas untado de hidroalcohólico hasta los codos y con una mascarilla, que, si bien te tapa nariz y boca, las gomas te desplazan las orejas hacia delante de tal manera que no te sujetan las gafas. Toser no está bien visto. Tu verás. Si toses no sólo te arriesgas a que te hagan una PCR, que veremos en qué queda, sino que pierdes las gafas, la mascarilla y el móvil. Eso seguro.

Toser o no toser, esa es la cuestión. Que mañana dobles turno porque falta personal y tengas que llevar la mascarilla pegada como un tatuaje, no es noticia. Sólo si eres asintomático, negativo pero asintomático. Ya nos vale…

Autor José Manuel Corbelle

Presidente de la Unión Española de Sociedades Científicas de Enfermería (Uesce)

1 Comment

  1. Maria Inés Games

    Felicitaciones, es un articulo tan real y con humor, mejor imposible.
    Quizás con un analisis con una critica reflexiva, podamos llegar a buenas conclusiones en una realidad positiva, con una vision clara y descartar la infointoxicacion actual que solo confunde al humano de buena voluntad. Gracias por su tiempo.

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