Más enfermeras contra las listas de espera

Las listas de espera constituyen posiblemente la mejor herramienta para medir el estado de salud real de un sistema sanitario. A tenor de los datos que viene recopilando de manera regular el Ministerio de Sanidad, las constantes vitales de nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS) son alarmantes y los signos de agonía, más que notorios. En total, 848.340 enfermos se encontraban pendientes de pasar por el quirófano el pasado mes de junio, y lo hacían una media de 121 días desde que el especialista médico les prescribió la cirugía. En algunos territorios, la demora media sobrepasaba de forma amplia esa cifra. En Andalucía, por ejemplo, debían esperar en esa fecha 169 días, y en Extremadura, 164. ¿Qué hacer para evitar semejante drama y para devolver la salud a nuestro modelo sanitario? Una posibilidad es no hacer nada, en medio de la refriega política, como viene sucediendo hasta ahora. La otra es actuar con determinación desde todas las administraciones públicas. ¿Cómo? Lo primero de todo pasa por incrementar el presupuesto sanitario del conjunto del país. Destinar a este pilar del Estado de Bienestar menos de un 7% del PIB no es suficiente para proporcionar una oferta adecuada de servicios a la demanda creciente que surge de la población.

En un país envejecido y de costes crecientes, el porcentaje de gasto sanitario debería rondar el 10% durante un periodo prolongado para enderezar el rumbo y sentar una suerte de tabula rasa desde la que partir casi de cero. Lo segundo que habría que hacer es introducir reformas radicales en el modelo y mejorar la planificación de los recursos humanos, incrementando de forma notable su número. El excelente informe de recursos humanos sobre la situación de la enfermería que acaba de promover el Consejo General arroja importantes claves para entender lo que está sucediendo y marca el camino de lo que hay que hacer para que deje de ocurrir. Me quedo con un dato: con las estadísticas de 2023, para alcanzar las ratios de la UE-27 (media de Eurostat, OCDE y OMS) habría que aumentar las plantillas en aproximadamente 123.000 enfermeras. Súmenle lo que ocurre con otras profesiones y se darán cuenta del déficit de sanitarios que azota a todo el SNS. Urge también aprovechar los recursos existentes y adaptarlos a las necesidades presentes, puesto que ahora se actúa en base a necesidades pasadas, y la Sanidad de hace 15 o 20 años nada tiene que ver con la de ahora. En el informe se destapan otros fallos del sistema que inciden en el retraso en la atención de los enfermos. Por ejemplo, en los últimos años no se ha incrementado el número de enfermeras en primaria, y tampoco ha habido desarrollo alguno de las especialidades de enfermería en varios territorios. Queda todo por hacer. Háganlo ya.

Preguntas con respuesta

  • ¿Qué candidato a unas elecciones colegiales promueve cócteles para captar votos que son financiados por una conocida empresa?
  • ¿Por qué apoya un conocido preboste de la sanidad privada a dicho candidato?
  • ¿Qué alto cargo del Ministerio recela de Padilla y teme que el número 2 de Garcia tenga un as en la manga para sustituirle?
  • ¿Qué proyecto sanitario de la Comunidad de Madrid ha quedado en suspenso? ¿Por qué?
Sergio Alonso

Autor Sergio Alonso

Fundador y director del suplemento A tu salud del diario LA RAZÓN

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