Los datos anticipan una nueva tragedia

España se encamina de nuevo hacia el desastre si nadie le pone remedio. Los polvos del letargo de las administraciones públicas durante el verano se han convertido ahora en lodos que amenazan con llevarnos por delante, como sucedió durante los trágicos meses de marzo y abril de la primera ola. Los datos que apuntalan tan negros augurios están en los despachos de las autoridades sanitarias de todo el territorio desde hace días y conviene enumerarlos para que luego nadie se llame a engaño. No se los escucharán más que de forma ambigua, pero son los que son y a ellos habrá que atenerse para afrontar con conocimiento pleno la dimensión de lo que puede venirnos encima.

La base que da pistas sobre el futuro inmediato viene en forma de contagios. Cada vez hay más porque cada vez se practican más test y pruebas diagnósticas, sí. No los suficientes, pero sí muchos más que en el estallido de la pandemia, aunque España se encuentre aún en el puesto 27 a nivel mundial en este particular apartado. Sin embargo, también hay más contagios porque la relajación de los contactos sociales durante los meses estivales, alentada por declaraciones complacientes como las del propio presidente del Gobierno, y el desaguisado de los transportes públicos han disparado la circulación del virus.

Desde hace semanas, su ritmo crece y ya superan los 10.000 diarios. Es un goteo que se traduce en constantes ingresos en hospitales. Al principio eran pocos, pero suben y suben de forma paulatina poblando las camas de agudos de enfermos COVID-19. El resultado es, a su vez, otro goteo de pacientes que llega a las UCIS.

Los intensivistas y otros sanitarios especializados en la atención de enfermos críticos dan por hecho que habrá una elevada saturación, si no colapso, en las unidades ultraespecializadas de varios hospitales en la primera quincena de octubre. Este proceso será más escalonado que el que se vivió en los momentos iniciales de la primera ola pandémica, y arrancará en Madrid, la comunidad más densamente poblada y con mayor movilidad de toda España. Los hospitales tendrán que resistir. Pero que nadie se llame a engaño. El virus no entiende ni de fronteras ni de partidos políticos.

Como sucediera en marzo y abril, la comunidad codiciada por la izquierda que hoy gobierna Isabel Díaz Ayuso será sólo la punta de lanza, la avanzadilla de lo que está por venir. Detrás de ella serán otras las que caigan. Previsiblemente, las siguientes serán La Rioja, Canarias o Murcia. El resto lo hará después. Será sólo cuestión de tiempo. España está mejor preparada ahora que cuando estalló la crisis. La imprevisión de las autoridades provocó entonces que el virus cogiera a todos sin EPIS y sin planes de elasticidad para afrontar un incremento desmesurado de la demanda asistencial. Hoy, hay más equipos y los hospitales tienen ya experiencia de lo vivido. Esperemos que sirva para lo que viene.

PREGUNTAS CON RESPUESTA

¿Qué presidente de un colegio profesional dio positivo por Covid-19 entre el 17 el 20 de septiembre?

¿Qué negocio vincula a un familiar de un ex alto cargo del Ministerio de Sanidad con este departamento?

¿Qué vacuna de las que se están ensayando podría impedir que una persona desarrollara síntomas de COVID, pero no impedir que esa persona pudiera transmitir la enfermedad?

¿Qué alto cargo del Ministerio recibe bendiciones unánimes por la gran labor que está haciendo durante la crisis en su ámbito de actuación?

Sergio Alonso

Autor Sergio Alonso

Fundador y director del suplemento A tu salud del diario LA RAZÓN

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