El 8 de Noviembre, dieciocho organizaciones y sindicatos de enfermería franceses del sector público y privado fueron llamados a una huelga general contra las condiciones de trabajo en Francia.
Esta es la segunda movilización en tres meses. En París, una manifestación multitudinaria recorrió las calles desde la estación de Montparnasse hasta el Ministerio de Salud. Una vez más, los enfermer@s nos quejamos del deterioro de las condiciones de trabajo, el no reconocimiento de la precariedad de noche, las escalas salariales no adaptadas a la responsabilidad del personal de enfermería y la falta de consideración del gobierno.
Ya el 14 de Septiembre toda la profesión se había movilizado con blusas blancas y brazaletes negros tras una serie de suicidios de enfermeras en Toulouse, Le Havre, Saint-Calais y Reims. Los enfermeros reprocharon a la ministra de salud Marisol Touraine su reacción tardía ante esta serie de tragedias.
Los sindicatos señalan que el plan de ahorro en los hospitales de 3 mil millones de euros en tres años ha agravado la presión sobre el personal sanitario. Todos lamentan que, ocho meses después de haber tenido lugar el gran congreso de salud durante el cual Manuel Valls prometió mejorar las condiciones en la formación de enfermería, desarrollo de las competencias y su reconocimiento, los compromisos no se han cumplido.
El cierre de servicios, la falta de personal y el aumento de la actividad son muchos de los factores que han contribuido al malestar general y al agotamiento del personal sanitario.
Hace diez años que el presupuesto en sanidad no para de reajustarse.