Todos contra Ayuso

La factoría de quimeras levantada en Moncloa después de la moción de censura ha puesto a pleno rendimiento sus engranajes para apartar a Isabel Díaz Ayuso del mapa político madrileño. La presidenta de la Comunidad lleva en el foco de los ataques políticos socialistas y podemitas durante toda la crisis del coronavirus, pero será ahora, a partir de septiembre, cuando reciba de pleno la andanada mediática. ¿Por qué Díaz Ayuso y por qué septiembre? Díaz Ayuso gobierna Madrid, el gran bastión autonómico del PP junto con Galicia y Andalucía.

A Núñez Feijóo no hay quien le tosa, y los ataques serían baldíos. Con Juanma Moreno ocurre otra circunstancia: el PSOE andaluz está hecho trizas y sin apenas pegada. Además, es fácil contrarrestarle porque el pasado juega en su contra y hay mucha información que le compromete. En Madrid, en cambio, las cosas parecen distintas. La comunidad es plaza básica en el tablero político, una caja de resonancia para el resto del Estado, y las arremetidas contra Díaz Ayuso matan varios pájaros de un tiro. Por un lado, suponen un golpe en la línea de flotación de un PP que no termina de cuajar.

Desde este punto de vista, denostar a la presidenta madrileña equivale a transmitir a la opinión pública la idea de que Pablo Casado y sus cachorros no son tan grandes gestores como pregonan. Al electorado debe quedarle claro que la gestión que Sánchez y sus ministros están haciendo de la crisis no es mejorable por parte de los opositores que tienen enfrente y la forma de convencerle de ello pasa por el empleo de cliclés miles de veces repetidos: la desmantelación del sistema público, la querencia por la privada, la falta de recursos… Todo vale en esta batalla. Los ataques a Díaz Ayuso persiguen además otro fin.

El Gobierno llega a principios del nuevo curso con una pésima hoja de servicio: pese a soportar uno de los confinamientos más duros del planeta, España lidera las estadísticas mundiales de infecciones y muertes, y encabeza el hundimiento económico en la UE. Un fracaso en toda regla. Enfocando el tiro hacia la comunidad, la factoría de quimeras da por hecho que logrará desviar la atención. Si hay un culpable de todo, ese es el PP y esa es Díaz Ayuso, reza la consigna. El PSOE sabe que Madrid, como capital densamente poblada y transitada, será pasto de nuevo de infecciones y saturación sanitaria, lo que facilitará el trabajo de desgaste: entran aquí en juego las críticas por la falta de rastreadores, la aparición de rebrotes, la huelga de los MIR, la no contratación de sanitarios en verano, Ifema o el hospital de pandemias. De Lambán y su fracaso estival en Aragón, ni palabra. De las protestas contra Ximo Puig en Valencia, ni mu. El objetivo a batir es Díaz Ayuso, el muñeco con el que ocultar una incompetencia sin precedentes en la historia sanitaria española.

PREGUNTAS CON RESPUESTA

¿Qué cargo del Ministerio ha quedado vacante para que pueda ejercerlo de facto una persona que no cumple los requisitos legales para ocuparlo? ¿Supone este hecho una confirmación explícita de que la jefa de este cargo se mantendrá en el puesto?

¿Qué ministerio que no es el de Sanidad ha tratado de impedir durante el verano que un sector acudiera en socorro de la Comunidad de Madrid en el “affaire” de los rastreadores?

¿Qué alto cargo del Ministerio de Sanidad va a seguir en su puesto por su fuerte conexión con el PSOE, pese a provocar más de un enfado en Salvador Illa durante la crisis?

¿Qué candidato a la presidencia del Icomem ayudado por una empresa trata de usar sus conexiones en la Consejería de Sanidad para obtener el respaldo de los sanitarios del PP en las elecciones?

Sergio Alonso

Autor Sergio Alonso

Fundador y director del suplemento A tu salud del diario LA RAZÓN

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