Una cadena de despropósitos sin dimisiones

Señores sanitarios de a pie: como son ustedes inteligentes, estoy seguro de que no han caído en la trampa ni se habrán dejado embaucar. Detrás de la falacia que difunden el Gobierno y sus palmeros de que “unidos podemos” y de que “ya habrá tiempo para dirimir responsabilidades”, no se esconde en realidad más que un intento vil y, además, burdo, de difuminar un cúmulo de errores dantesco. Errores que tendrían que haber provocado una cadena de dimisiones que abarcara desde todos los altos cargos del Ministerio de Sanidad hasta el presidente del Gobierno.

Aunque no hay sitio aquí para enumerar tanto despropósito cometido, voy a intentar resumir los fallos que han hecho que España sea hoy el país con más sanitarios contagiados del mundo, el tercero con más muertes por millón de habitantes y el más golpeado económicamente:

  1. El Gobierno desoyó a la OMS y se tiró un mes y medio, hasta el 14 de marzo, sin hacer nada
  2. También ignoró a los organismos europeos, la Estrategia de Seguridad Nacional y hasta los planes de gripe que había en Sanidad. Uno de ellos, redactado en la etapa de Zapatero, permite afirmar que en la semana previa al 8-M la pandemia estaba en fase 6, nivel 3-b, lo que debería haber llevado a adoptar restricciones de viajes a zonas afectadas: no se hizo
  3. El Gobierno esperó hasta comienzos de marzo para prohibir la exportación de mascarillas y no hizo la primera compra de material hasta después del 8-M, pese a los llamamientos de la OMS en febrero para que se hiciera acopio de material
  4. Los hospitales y centros de salud se han enfrentado desnudos a la avalancha de infectados. La decisión de encomendar primero las compras a un organismo incapaz, como el Ingesa, y de centralizarlas luego, retrasaron la llegada de protectores para los sanitarios, con los efectos que sabemos
  5. El Gobierno carecía de cualquier plan para redoblar camas de UCI o incrementar las áreas de hospitalización, pese a arrogarse del mando único.
  6. También se olvidó de las residencias y no legisló sobre ellas hasta bien entrado el estado de alarma, pese a que en epidemias la responsabilidad de la salud pública es toda suya.
  7. Sanidad falsea las cifras de fallecidos: las reales pueden doblar perfectamente a las que ofrece. También altera las de infectados para que le den menos
  8. Las reglas de sanidad mortuoria frenan las autopsias: miles de muertes causadas por coronavirus no figurarán en los datos oficiales
  9. Sanidad permitió compras “fake” de material a través de empresas dudosas mediante todo tipo de irregularidades
  10. Mintió asimismo a la OCDE sobre la práctica de unos test que pocos han visto o utilizado
  11. Las desescaladas planeadas no responden a criterios de salud pública estrictos y no impedirán que la economía quiebre por las nefastas decisiones económicas adoptadas.

PREGUNTAS CON RESPUESTA

¿Qué algo cargo de un gran hospital que no es el gerente hizo acopio de material protector en su despacho e impidió hasta al personal de la limpieza que entrara en él?

¿Qué persona es conocida en algunos despachos del Ministerio de Sanidad como “el enviado”? ¿Quién le envía y para qué?

¿Qué va diciendo Illa en Moncloa de alguno de los altos cargos que le acompañan en el Ministerio?

¿Qué planta de Ingesa “tomaron” los representantes de varios ministerios para responsabilizarse de las compras de material ante la inoperancia de este organismo?

Sergio Alonso

Autor Sergio Alonso

Fundador y director del suplemento A tu salud del diario LA RAZÓN

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