Vía Excepcional de Pediatría ¡al fin!

Tras años de espera (desde 2009, cuando se inscribieron las candidatas), el 24 de octubre se realizó, por fin, la prueba para acceder a la Especialidad de Enfermería Pediátrica por Vía Excepcional.

Ha sido una larga espera, con incertidumbres, y en un momento ciertamente convulso para la enfermería (el día siguiente a la aprobación del Real Decreto de prescripción). La profesión no deja de tener motivos para quejarse. En este caso la espera ha dificultado mucho programarse el estudio, durante 5 años las expertas enfermeras han tenido que mantener el pulso al estudio. Teniendo en cuenta que esta prueba se dirigía a profesionales, podemos comprender que entre las obligaciones laborales y familiares, las candidatas han tenido muchas dificultades para mantener un ritmo de estudio durante 5 años, más con la incapacidad de determinar cuándo se produciría, lo que impide hacer cronogramas de estudio, reparto del temario, etc. No lo han puesto fácil. Hemos podido conocer testimonios de compañeras que han abandonado el estudio en este proceso, ante la imposibilidad de conocer realmente a que se enfrentaban y las dificultades reales que tiene para una enfermera administrar su tiempo.

Al final más de 14.000 enfermeras han optado a la especialidad, lo que desde nuestro punto de vista supone algo muy importante: las instituciones están reconociendo que miles de enfermeras españolas, al margen del reconocimiento social, laboral o económico, tienen competencias al nivel de la Enfermería de Práctica Avanzada, según el continuum del Consejo Internacional de Enfermeras (CIE).

Es importante recalcar este extremo, para futuras reivindicaciones laborales y académicas, las enfermeras españolas tienen un perfil competencial del más alto nivel, con las pruebas de la vía excepcional así se está reconociendo oficialmente.

El primer paso será vincular el puesto de trabajo a la especialidad, como ya sucede con la enfermería obstetricoginecológica. No parece tener mucho sentido que un número tan importante de especialistas del más alto nivel no estén bien encuadradas laboralmente. Esto supone ante todo un desaprovechamiento de recursos humanos y conocimientos perjudicial para la profesión y la sociedad. El desarrollo de una profesión y su función social requieren un desarrollo de las competencias de los profesionales y una adecuada utilización de estas competencias. El primer paso ha sido reconocer el perfil de las enfermeras, es momento de hacer un uso correcto del mismo.

Enhorabuena por el esfuerzo realizado y suerte el día 22 de noviembre a las que aun tenéis una oportunidad.

 

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