Análisis Sanitario del 13N (II)

Como nos parecen muy interesantes los datos que nos aporta Martin Hirsch, director general de la AP-HP (Assistance Publique-Hôpitaux de Paris), en su artículo publicado en The Lancet, y en el post anterior nos dedicamos al análisis de los datos y estrategias seguidas por las unidades SAMU (Service d´Aide Médicale d´Urgence) de atención extrahospitalaria, en este vamos a escrutar los detalles sobre la respuesta hospitalaria que se aplicó en los primeros instantes tras la masacre.

Recordemos que Francia es un país que ha dado grandes eruditos de la medicina de catástrofes como los reconocidos René Noto, Pierre Huguenard y Alain Larcan, posiblemente por ello unido a las amenazas y actos terroristas de las últimas décadas llevaron a los responsables sanitarios franceses a prepararse ante estos.

Ya hablamos de los simulacros y actividades formativas llevados a cabo con anterioridad pero sobre todo, lo que parece ser que se tornó crítico en la resolución satisfactoria de los atentados fue la puesta en marcha precoz del llamado Plan Blanco (Plan Blanc et Gestion de Crise).

samuEl concepto del Plan Blanco, al parecer, se desarrolló hace unos 20 años, pero esta es la primera vez que se activó. Esta pronta activación del plan por parte de la autoridad competente, según el artículo, se convirtió en la clave de bóveda que soportó el peso de toda la respuesta eficaz del sistema a la agresión terrorista. Los autores llegan a comentar en el escrito que “en ningún momento durante la emergencia hubo escasez de personal”, logro impensable en una situación de estas características.

Una vez creado el Centro de Gestión de Crisis se alertaron a los hospitales del AP-HP, preparándose para la recepción de víctimas en masa, adoptando medidas que pese a ser de manual deben estar perfectamente detalladas en un plan, como es el caso.

Entre las múltiples acciones que llevaron a cabo se comenzó con una liberación de camas y espacios críticos para la recepción, atención y circulación de las víctimas en el Hospital.

Se identificaron dos zonas de recepción y atención de pacientes. Las urgencias relativas se derivaron a las áreas de urgencia y las urgencias absolutas a las zonas post anestésicas próximas a los quirófanos, zona obligada de paso por tratarse principalmente de traumas penetrantes. A las víctimas, en ambas áreas, se les sometía a un nuevo y preceptivo triage.

Se realizó un reclutamiento de personal para reforzar las plantillas de guardia, muchos trabajadores acudieron por iniciativa propia tras tener conocimiento de los hechos.

Se activaron hospitales de retaguardia en zonas más distantes de París y se alertaron 10 helicópteros por si era precisa la evacuación secundaria de víctimas por sobrecarga del sistema a estos centros, que al final no fue necesario disponer de ellos.

Se organizó un centro de apoyo psicológico formado por psiquiatras, psicólogos, enfermeras y voluntarios, la mayoría de estos profesionales habían desempeñado un papel similar en los atentados de Charlie Hebdo.

Se definió que los equipos de recepción de críticos fueran diferentes a los equipos quirúrgicos que realizaron las intervenciones para una mayor efectividad.

Las unidades de trauma grave estaban bajo la supervisión de dos líderes que repartían las cargas de trabajo a los equipos asistenciales y un líder que se ocupaba de la asignación de pacientes y equipos sanitarios a los quirófanos. Estos gestores no participaron en los cuidados directos de las víctimas.

También se tuvo en cuenta el relevo de los intervinientes, al parecer, se establecieron estos tras las iniciales 9 horas de trabajo intenso. Nos cuentan en el artículo que en las primeras 24 horas estaban todas las cirugías realizadas.

Señalan que la hora en que se produjeron los atentados, era el turno de noche, facilitó la agilidad en la ejecución de las estrategias de gestión hospitalarias tomadas por encontrarse las áreas quirúrgicas despejadas en contra de lo que podría haber supuesto si hubieran sucedido en horario laboral diurno.

Seguimos pensando que estas informaciones todavía son muy tempranas para sacar más conclusiones sobre la atención sanitaria pero ya se vislumbran que se realizaron acciones tremendamente eficientes en las planificaciones previas (Plan Blanco), en la ejecución de estos planes y en la atención a todas las víctimas.

Seguro que posteriores publicaciones ahondarán más en la excelente profesionalidad de los intervinientes.

Mi enhorabuena y reconocimiento al trabajo bien hecho de los profesionales de la sanidad franceses y en especial a sus enfermeras.

 

Juan Carlos Gómez

Autor Juan Carlos Gómez

El mecanismo de acción de la puño percusión precordial (en la reanimación cardiopulmonar) es el de una desfibrilación eléctrica de 0,04 a 1,5 Julios, debido a la conversión de la energía mecánica en energía eléctrica. Blog orientado a la enfermería de Urgencias y Emergencias.

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