El Gobierno infrafinancia la sanidad pública que tanto dice defender

La pandemia de COVID-19 ha dejado herido de muerte al Sistema Nacional de Salud y las proyecciones presupuestarias del Gobierno pueden terminar de rematarlo. A pesar de que durante los últimos meses han sido centenares las voces que desde la izquierda han arremetido contra la infrafinanciación de la Sanidad pública, culpando de ello a los gobiernos del PP, mientras resaltaban la necesidad de reformas para hacerlo más sólido y “resiliente”, entre ellas las de Salvador Illa y Carolina Darias, lo cierto y verdad es que a lo largo de los próximos años apenas habrá recursos extra para lograr tan loables como etéreos propósitos.

La actualización del Programa de Estabilidad Presupuestaria para el periodo 2021-2024 que el propio Ejecutivo ha enviado a la Comisión Europea desbarata todas esas proclamas atractivas, aunque carentes de contenido real, y desmonta además las promesas que formuló Pedro Sánchez durante su investidura y las que aparecieron recogidas en el acuerdo de Gobierno suscrito entre Unidas Podemos y los socialistas. En concreto, el presidente dijo en sede parlamentaria que “España debe alcanzar una inversión sanitaria equivalente a la media de los estados de la zona euro en esta legislatura, de modo que logremos el 7% del PIB en 2023”.

Por su parte, la formación de Pablo Iglesias fue más allá y aseguró que el PIB en Sanidad pasaría del 6% al 7,5% en ese mismo año. El documento remitido a Bruselas nada dice de ello y sí apunta, en cambio, que el gasto presupuestario para esta área social tan sacudida por el coronavirus no sólo no crecerá, sino que decrecerá. En 2022 apenas será de un 6,6%; en 2023 se quedará en un 6,4%, y en 2024 descenderá aún más hasta situarse en un pírrico 6,2%. Todo ello, además, sobre la base de un PIB menguado por el parón económico derivado de la pandemia.

El texto no es papel mojado. Son las directrices que Moncloa asegura a Europa que seguirá y que la Comisión revisa con lupa para evaluar el riesgo financiero de un país. Tan tristes son las perspectivas para la Sanidad pública que el Gobierno consigna que el gasto para esta área será del 6,2% en 2030, y del 6,4% y en 2040. Hasta 2050 no se alcanzaría el 7% prometido por Sánchez para 2023. Por si fuera poco, el Gobierno también ignora a la Sanidad pública en las partidas procedentes de los fondos europeos de reconstrucción, como bien ha denunciado CSIF y lamenta incluso la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp), una organización que no es precisamente de derechas. De hecho, los fondos de inversión en Sanidad son los más reducidos del plan -un 1,54%-, sólo por detrás de la industria de cultura y deportes. ¿Cómo se va a reforzar la Sanidad pública si no se destinan recursos para ello?

Sergio Alonso

Autor Sergio Alonso

Fundador y director del suplemento A tu salud del diario LA RAZÓN

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