Como suele suceder con todo lo que abunda, cuando se lanza al aire un extenso conjunto de datos en un intervalo corto de tiempo la correcta comprensión de los mismos se complica, y terminan cayendo en saco roto y perdiendo su valor. Por eso, conviene siempre frenar en seco, entresacar algunos de ellos, proceder a su análisis pormenorizado y practicar un buena dosis de reflexión para extraer las conclusiones adecuadas. Hay un dato, en concreto, que creo que lo merece: en los últimos 10 años un 39,4% de los/as profesionales de la enfermería ha manifestado en algún momento su intención de abandonar la profesión. Se trata de un porcentaje obtenido de la encuesta que ha impulsado el Ministerio de Sanidad sobre la “situación laboral y necesidades percibidas por las enfermeras en España 2024”, con la colaboración inestimable del Consejo General de Enfermería, en la que han participado 56.072.
Es muy posible que esta cifra brutal se encuentre condicionada por lo sucedido durante la pandemia. Lo ocurrido en 2020 y en 2021 marcó, desde luego, a los sanitarios en todas las autonomías, ya que la mayor parte de ellos tuvieron que desplegar su trabajo en condiciones extremas. No hace falta recordar que se enfrentaron a una avalancha de enfermos en condiciones precarias, sin materiales de protección suficientes durante los primeros meses, lo que derivó en infecciones y otros problemas como estrés, el síndrome de estar quemado y otros muchos trastornos. Pero también fueron duras la desescalada y la postpandemia. Lejos de aprender de los errores del pasado, las autoridades sanitarias relegaron al olvido las promesas formuladas en la Comisión de Reconstrucción, y las plantillas y las condiciones laborales no han experimentado apenas mejoras. Al cansancio pandémico hay que sumar la atención de los miles de enfermos en lista de espera que dejaron de ir a los centros de salud y hospitales por la covid y que luego acudieron a ellos casi de golpe. Es como si los soldados de la guerra de Vietnam tuvieran que enfrentarse a una guerra de secesión nada más regresar a su país. Desde esta perspectiva, que es la perspectiva a la que se han enfrentado los/as profesionales de enfermería, el porcentaje que muestra la encuesta puede resultar incluso hasta escaso. Sanidad ha plasmado en un notable informe este y otros datos que no dejan en muy buen lugar a las autoridades de todo el país. Datos que confirman lo que ha venido denunciando el Consejo. La vocación y la entrega están bien, pero no son suficientes. Hay que tomar medidas ya. Mejorar la financiación de las universidades para aumentar las plazas de los estudios de grado en Enfermería es una vía para que el personal y los ratios crezcan. Mejorar las condiciones laborales es otra de ellas. Veremos al final qué dice al final el Estatuto Marco, si es que dice algo.
PREGUNTAS CON RESPUESTA
¿Qué estrategia oficial es calcada a otra y algunos hablan ya de plagio?
¿En qué corporación profesional se respiraba un ambiente terrorífico entre los trabajadores en la segunda quincena de diciembre y la primera de enero? ¿Por qué?
¿Qué empresa que opera el sector está sufriendo las consecuencias de una campaña de acoso sin precedentes por razones políticas?
¿Hay algún vínculo entre el resultado reciente de un concurso público y la situación de inestabilidad política que vive España?

Autor Sergio Alonso
Fundador y director del suplemento A tu salud del diario LA RAZÓN