El virus acecha mientras España se pone de perfil

Las autoridades sanitarias se equivocan de forma grave al lanzar las campanas al vuelo y levantar sin ningún tipo de cortapisas las restricciones en materia de COVID. La tónica general de las primeras cinco olas de la pandemia fue precisamente la relajación de esas restricciones en los momentos previos a esas olas y ya vieron lo que ocurrió después: una trágica concatenación de infecciones, hospitalizaciones y muertes.

Esta vez no tiene por qué ser distinto pese al avance masivo de la vacunación. La mayoría de los ciudadanos se han inmunizado ya con las dos dosis, sí, lo que brinda a la mayor parte del país una protección de la que antes de carecía, pero el virus sigue ahí, latente y sinuoso, buscando la forma de sortear todos los obstáculos que se interponen en su camino para poder expandirse. Los signos que indican que el peligro está a la vuelta de la esquina son palpables y no hace falta ser un lince para descubrirlos.

El Reino Unido, inmerso en un estallido de contagios, nos ofrece la lección de que las vacunas pierden efectividad con el paso del tiempo. Como fue el primer país europeo que las inoculó, adelantándose en semanas al resto, es también el primero en notar la pérdida de su poder preventivo, lo que unido a la práctica desaparición de las mascarillas ha formado un cóctel explosivo que empieza a activarse ahora con especial virulencia. El problema no es local. España también ha notado esa merma protectora de las dosis que se inyectaron en los primeros meses de la campaña de vacunación. En un informe que no ha hecho público, el Ministerio de Sanidad constata la evaporación de los efectos taumatúrgicos de los sueros en los primeros que los recibieron: los más mayores.

El documento dice textualmente que “en los vacunados en marzo, la efectividad disminuye un 58%, 64%, 65% y 77% para infección, infección sintomática, hospitalización y defunción, respectivamente, lo que podría indicar una pérdida de inmunidad con el tiempo desde la vacunación”. Más lejano, aunque no menos peligroso, es el caso de Rusia y del resto de los países del Este de Europa, sumidos también en brote explosivo que tiene como principal causa un rechazo a la población que aquí prácticamente no se ha producido. Otros signos inquietantes son el avance de la variante Delta Plus, mucho más transmisible que la variante india original y de la que ya hay en España más casos que los detectados por secuanciación, que llevan semanas de retraso.

Y también el famoso Rt o número de reproducción del virus, que mide la cifra de personas a las que contagia cada positivo. En España este número lleva semanas creciendo y ya supera el fatídico 1, lo que indica que la pandemia se expande, anticipando con varias semanas de antelación una subida de casos. ¿En qué cabeza cabe no tomar medidas preventivas y ponerse de perfil?

PREGUNTAS CON RESPUESTA

¿Qué alto cargo del Ministerio está sobrepasado de trabajo e indignado por la baja actividad que, según piensa, están realizando otros compañeros suyos del mismo rango?

¿Qué patronal está promocionando subliminalmente al que será sin lugar a dudas “el elegido”?

¿Qué ex alto cargo del Ministerio de Sanidad trata de restaurar su imagen acudiendo a numerosos actos tras salir malparado de este departamento?

¿Qué multinacional farmacéutica tiene una pésima política de comunicación pese a ser la que cuenta con más periodistas en su departamento? ¿Qué dos errores monumentales ha cometido esta multinacional?

Sergio Alonso

Autor Sergio Alonso

Fundador y director del suplemento A tu salud del diario LA RAZÓN

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