Emprendedores, el cambio de “chip”

Si a un niño o niña le pidiéramos que dibujara a su madre o padre enfermeros probablemente les situaría en una consulta de hospital o centro de salud, en un quirófano o en una ambulancia quizás. La labor asistencial es lo primero que viene a la mente de los ciudadanos y lo mismo les ocurre también a los jóvenes cuando inician sus estudios del Grado de Enfermería. Se suelen imaginar en ese entorno. Es normal, les ocurre a los periodistas —que siempre creen que acabarán siendo el reportero estrella de un periódico, emisora de radio o televisión—; o a un policía que contempla su futuro patrullando las calles o qué decir del abogado que sueña con ganar un pleito con argumentos brillantes.

Hasta que una profesión no se conoce desde dentro uno no es consciente de la variedad de enfoques o labores que permite desempeñar y nos centramos en los tópicos. Y cuando hablamos de enfermería, aunque el grueso de la fuerza laboral se encuadre en el sistema sanitario, público o privado, siempre resaltamos desde esta institución que existe vida más allá del hospital. Cada vez más enfermeras y enfermeros sacan adelante empresas de servicios que guardan relación con los cuidados, aplicaciones para teléfonos móviles que facilitan la consulta de manuales o la interacción con el paciente o, por ejemplo, hay compañeras que montan una tienda con productos divertidos para enfermeras. Incluso hay profesionales que comparten su vocación enfermera con otras facetas creativas como la literatura o la pintura.

Canalizar los conocimientos y la experiencia hacia proyectos empresariales propios —por ejemplo para proporcionar cuidadores a domicilio o las llamadas “salus” (siempre que sean enfermeras, claro) para los niños— es algo que resulta positivo para la profesión en su conjunto. Siempre he dicho que debemos tener amplitud de miras y buscar nuevas oportunidades, más allá del difícil habitual camino de conseguir una plaza fija. No, además de investigar, formarse o formar a otros, podemos embarcarnos en aventuras empresariales muy provechosas como la que mostramos en el último número de la revista Enfermería Facultativa. Aunque aconsejamos informarse y asesorarse antes, hacer bien las cuentas y arriesgar en la medida de las posibilidades de cada uno, apoyamos todo tipo de empresas crea-das por enfermeras con talento y ganas de crecer. Ánimo y suerte en vuestras iniciativas.

 

Florentino Pérez Raya

Autor Florentino Pérez Raya

Florentino Pérez Raya es el presidente del Consejo General de Enfermería

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