Las tres vergüenzas de Sanidad en esta ola

El Ministerio de Sanidad no aprende de sus errores. Lejos de aprovecharse de la prolongada experiencia cosechada durante la pandemia, el departamento que dirige Carolina Darias ha repetido uno por uno a lo largo de esta sexta ola los fallos que cometió en las cinco andanadas anteriores del virus, con resultados verdaderamente nefastos. Si bien ahora se están registrando menos hospitalizaciones, ingresos en unidades de cuidados intensivos (UCI) y fallecimientos como producto de la vacunación y de las características intrínsecas de la variante Ómicron, las mareantes cifras de contagios amenazan con vaciar la sanidad y la educación de trabajadores esenciales y con paralizar la actividad económica, al dispararse las bajas laborales por incapacidad temporal hasta niveles nunca vistos.

Han bastado apenas 18 días -los correspondientes a las fiestas navideñas- para que España haya vuelto a instalarse en el top diez de países con más contagios acumulados de todo el planeta -sólo por detrás de estados mucho más poblados-, contabilizando en ese tiempo casi 1,6 millones de contagios, cerca de 6.800 nuevas hospitalizaciones y alrededor de 600 ingresos en unidades de críticos, con un balance final que supera los mil fallecimientos por COVID. Los pecados capitales cometidos por Sanidad para llegar a esta situación son públicos y notorios. El primero de todos es la ceguera voluntaria ante el desafío que se avecinaba y que ya apuntaban parámetros poco halagüeños como el número reproductivo del virus, la creciente positividad de las pruebas diagnósticas e, incluso, la incidencia acumulada de infecciones a los siete días.

Al igual que ocurrió en la primera ola, fue el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, el que inauguró el disparate en la primera semana de octubre al asegurar que veía “realmente complicada” la llegada de una nueva embestida, de la que dijo que, si finalmente se producía, “sería más pequeña y lenta”. Este alejamiento de la realidad fue ampliamente secundado por el propio Ministerio al que pertenece el organismo y por presidencia del Gobierno, más ducha en vender humo que en esclarecerlo cuando ya está en el aire.

La autocomplacencia llevó incluso a vender la especie de que España era ejemplo mundial cuanto toda Europa estaba ya sacudida por el virus. El mismo craso error que se cometió en febrero de 2020 cuando Italia entera estaba infectada y se dijo que aquí no iba a haber más más allá de algún caso. El segundo grave error ha sido la nueva inhibición del Gobierno bajo el paraguas de una “cogobernanza” que ha dejado a España sin armas contra el virus, más allá de la bomba de humo de las mascarillas en exteriores. El tercer fallo ha estado, de nuevo, la imprevisión. La sexta ola nos ha cogido sin medicamentos anticovid y sin test, y los precios desbocados de estos últimos constituyen otra vergüenza más que apuntar en el debe del Gobierno.

PREGUNTAS CON RESPUESTA

¿Tiene alguna posibilidad Simón de ser director de la futura Agencia de Salud Pública a la vista de su nuevo grave error sobre la sexta ola?

¿Qué consejero con buena fama gestora de una comunidad nacionalista muy afectada por la pandemia alardeaba de octubre de que la sexta ola no iba a tener impacto en el sistema sanitario?

¿Qué candidato que en principio estaba destinado a ocupar un alto cargo en una conocida patronal está perdiendo fuelle en el proceso selección y podría no resultar elegido? ¿Por qué?

¿Qué alto cargo del Ministerio de Sanidad avisó del grave error que estaba cometiendo Patricia Lacruz en la negociación para la compra de los nuevos medicamentos anticovid?

Sergio Alonso

Autor Sergio Alonso

Fundador y director del suplemento A tu salud del diario LA RAZÓN

Leave a Comment