Terreno abonado para la eutanasia y el ajuste farmacéutico

Mientras el PP avanza en su recomposición al mismo paso de tortuga y con la misma miopía que mantenía antes de su debacle electoral, el PSOE vuela a velocidad de crucero en materia sanitaria y siembra el abono entre la opinión pública, preparándola poco a poco para lo que ha de venir. Por ejemplo, María Luisa Carcedo, su lugarteniente Faustino Álvarez y la directora general de Farmacia, Patricia Cruz, actúan desde hace semanas desde el Ministerio de Sanidad como si el Gobierno ya estuviera formado y no cupiera la posibilidad de que Pedro Sánchez pudiera ceder su departamento a Irene Montero o a otro ministrable de Podemos en la ardua negociación que el presidente en funciones mantiene con Pablo Iglesias. Fruto de ello es la presencia de los tres altos cargos en funciones en actos de todo tipo y, lo que resulta más interesante a efectos de estrategia, la elaboración de documentos y planes de trabajo que sitúan a la cadena del medicamento en la diana de sus primeros futuros movimientos si la investidura fructifica y no se celebran nuevos comicios.

Paralelamente, los agentes filosocialistas con los que el partido cuenta están empezando a desplegar en el escenario sanitario todo un abanico de actuaciones dirigidas a allanar decisiones polémicas o, cuando menos, que pueden resultar contestadas por el sector o por una parte de la sociedad. En materia de medicamentos, precisamente, la correa de transmisión son entidades creadas ex profeso para caldear la opinión pública y otras ya asentadas que les siguen el juego por la afinidad ideológica de sus integrantes. Entre ellas encontramos una iniciativa legislativa sobre el precio justo de los fármacos que ha sido presentada por 16 organizaciones supuestamente vinculadas a la Salud Pública y entre cuyos miembros figuran conocidos simpatizantes de la izquierda como Roberto Sabrido, Juan José Rodríguez Sendín o Marciano Sánchez Bayle. Dicha iniciativa, amparada sorprendentemente desde la Organización Médica Colegial(OMC) por Serafín Romero, que parecía reacio a participar hasta ahora en juegos semejantes, muestra a la industria y a los facultativos lo que puede esperarles a lo largo de los años venideros: más dureza en la autorización de productos, bajadas regulares de precios, mayores cortapisas a la prescripción y más exigencias burocráticas para organizar y participar en congresos científicos de la industria farmacéutica. Otro movimiento estratégico que indica lo que va a llegar en el futuro tiene que ver con la eutanasia, territorio de confrontación ideológica mucho antes de que estallara el escándalo de Luis Montes en el Severo Ochoa de Leganés. Pese al rechazo expreso a la misma y el apoyo a la mejora de los cuidados paliativos que ha manifestado la OMC -aquí sí-, el Colegio de Médicos de Madrid se descuelga ahora con una encuesta para pulsar la opinión de los facultativos madrileños cuya elaboración no es para nada casual.

PREGUNTAS CON RESPUESTA

-¿Qué conocido hospital privado está literalmente colonizado por la bacteria Escherichia Coli?

-¿Qué conocido personaje del sector sanitario ha estado casi 15 días ingresado en la UCI por culpa de ella?

-¿Qué conocido personaje que pulula por el sector empieza a estar muy mal visto después de conocerse un posible pasado turbio en la empresa en la que trabajaba?

-¿A qué presidente de un Consejo culpabilizan algunos miembros de la industria de la defensa que ha hecho la Airef de las subastas? ¿Qué dos organismos, uno sanitario y otro que no lo es, desbarataron los argumentos de dicho presidente ante la Airef?

Sergio Alonso

Autor Sergio Alonso

Fundador y director del suplemento A tu salud del diario LA RAZÓN

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