El yogur, un alimento «5 S»

Hola colegas, seguro que habíais pensado que este blog había finalizado, dado que llevo más de dos meses sin escribir….Pues aquí estoy de nuevo, aunque bastante triste porque en ese tiempo que he estado desaparecida del blog, he perdido a uno de mis dos hermanos y me está costando bastante recuperarme.

Os cuento el por qué y el para qué de comenzar con mi estado emocional, habiendo puesto un título tan prosaico y tan profesional como “el yogur”.

Ese hermano que se nos ha ido a causa de las complicaciones de un micro infarto cerebral que él mismo se diagnosticó in situ, era médico, muy buen médico, muy acogedor con sus pacientes y por tanto muy querido. Con un gran paladar para la comida, para la buena comida. No bebía alcohol, no tomaba comidas  grasas, pero fumaba desde la pubertad y ahí se desencadenó la tragedia.

Pues bien, este hermano dejó de comer los dos primeros días del ictus y os adelanto que no tenía ninguna alteración en la deglución, no tenía disfagia; pero no quería masticar y tampoco quería  ningún puré ni cremas ni sopas. Odiaba los batidos proteicos de sabores tan agradables que usamos como suplemento nutricional….y de sonda ¡ni mentarla!

¡Qué hacemos! comentamos con el neurólogo.

Esto que con un paciente cualquiera, diariamente como profesional lo suelo resolver con mil argucias interesantes para el protagonista, no me resultaba tan fácil con mi hermano, médico, totalmente consciente y preguntando sobre todo lo que se le hacía, se le daba, se le ponía.

¡¡¡¡Yogur, vamos a probar con yogur!!!!! El yogur no lo rechazó y se los comía bien, pero no era suficiente carga proteica aunque fuesen varios yogures al día.

El yogur al agitarlo y removerlo se queda con una consistencia agradable a la que se le puede añadir y mezclar proteína liofilizada que tenemos en la farmacia, sin sabor y sin olor……y se los comía. ¿Y si probamos con frutas trituradas? También le gustaban y más si estaban mezcladas con yogur….y ahí le añadíamos también la proteína.

Y así fueron pasando los primeros días de rechazo, de frustración, de inconformidad, de rebeldía, de entonar un mea culpa por no haber dejado el tabaco mucho antes,…..; y poco a poco comenzó a masticar y a tragar el bolo. Comenzó a comer como cuando estaba sano. (La otra complicación vino más tarde, pero eso ahora no toca para este post).

EL ALIMENTO YOGUR

En el mundo de la alimentación decimos con frecuencia que ésta debe ser sencilla, sabrosa, saludable, sostenible y socialmente justa. Estas son las “5 S” de los alimentos y ha llegado a hacerse popular porque ha surgido sin mucho buscarlo, simplemente ha fluido. Y ha surgido porque la evidencia nos lo ha planteado cotidianamente.

Si yo te propongo un alimento que lo tenga todo, seguro que me dices que si reúne todas esas características, te va a gustar probarlo. Pues ese alimento que te propongo es el yogur… sí, sí, el yogur. Es que lo tiene todo y además está  dentro de la prescripción enfermera porque no entra dentro del catálogo médico ni siquiera farmacéutico.

Los nutriólogos y otros sanitarios que hemos comenzado a interesarnos por la microbiota desde hace unos años, vemos en el yogur uno de los máximos aliados para las recomendaciones a la población porque está integrado en la cultura alimentaria y reconocido como saludable.

Los profesionales sabemos que tiene un equilibrio perfecto y completo en el contenido de macro nutrientes, especialmente en proteína de alto valor biológico. Y también está equilibrado y completo en micro nutrientes, especialmente rico envitaminas A y D; y minerales como el calcio.

Aunque no podemos olvidar que el yogur es también una  fuente importante de vitaminas hidrosolubles como la B12 (cobalamina) y vit. B9  (ácido fólico) y que gracias a las bacterias lácticas que contiene, está tan mejorada la síntesis del ácido fólico.

Es fuente importante también de otros minerales como magnesio y zinc que se encuentran en forma de sales parcialmente solubles, por lo que al estar en un medio ácido, son mejor absorbidas.

Y sobre todo hay que remarcar que un yogur proveniente de leche entera o semidescremada, es lo recomendable en la salud cardiovascular, dado que la grasa láctica que contiene no sólo no es perniciosa, sino que es altamente saludable.

Junto con todos estos aspectos de mejora en los macro y micro nutrientes que necesita el organismo, el yogur cuentacon las bacterias lácticas que favorecen la digestibilidad y otras sustancias con actividad antibiótica. Estas bacterias lácticas consumen los restos de lactosa que quedan después del proceso de fermentación. (Recordemos en este punto, que cuando la leche comienza a fermentar, la lactosa se va convirtiendo en ácido láctico, con lo que al terminar el proceso, esa leche fermentada la pueden ingerir todos los intolerantes a la lactosa y además podría darse en el segundo día de diarrea….aunque ese proceso, mejor detallado y científicamente explicado, lo dejaré para otro post)

Otra ventaja que tiene el yogur es que su ingesta resulta útil en cualquier estado del ciclo vital,… He contado en primera persona lo último acaecido con mi hermano, pero esto es extrapolable a cualquier otro individuo, sea infante o anciano, sea embarazada o deportista, hombre o mujer, esté sano o enfermo.

El yogur es un alimento muy higiénico porque no necesita ninguna manipulación para su ingesta y su textura es muy agradable para comer con una chuchara o simplemente beberlo si previamente se agita con firmeza.

De todos los beneficios que vengo apuntando para recomendar la ingesta de yogur, el principal es su intervención reguladora sobre la microbiota intestinal, en cuyo estudio de los últimos cinco años se están produciendo importantes avances en el conocimiento de la composición, funciones y repercusiones para la salud del individuo.

La ingesta de leche fermentada con Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus (sólo ésta puede llamarse yogur) mejora la salud intestinal porque mantiene y mejora la microbiota. De los dos tipos de gérmenes que lo componen, tanto la especie bacilo, como la especie coco, deben encontrarse en gran número en el producto desde su inicio, de ahí la obligatoriedad de mantenerse en frío los denominados yogur, los de verdad. La proporción recomendada entre cocos y bacilos depende de las características de las cepas pero, normalmente es de 1/1.

De ahí que no todos los yogures ni todos los probióticos sean iguales, porque lo fundamental son las características nutricionales y microbiológicas de las cepas trabajadas.

El aporte de microorganismos vivos y sus fermentos sobre la leche, le confieren al yogur un valor probiótico, que unido a la ingesta de una dieta variada en la que no falten los alimentos de origen vegetal (frutas, verduras, legumbres, etc.) es capaz de promover una mayor diversidad y equilibrio de la microbiota intestinal.

El efecto del yogur en la microbiota intestinal es beneficioso: 1.- Porque tiene capacidad de actuar de modo preventivo en el retraso de pérdida de salud (siempre acompañando a una dieta equilibrada y variada) 2.- Porque actúa de tratamiento en la recuperación de su estructura* cuando ha sido dañada. *(La microbiota está compuesta de billones de microorganismos que tienen una importancia capital en la regulación sincrónica del organismo, tanto es así que ha sido dada en llamarla “el segundo cerebro” del individuo)

Hoy hemos realzado las virtudes y beneficios para la salud de un alimento muy nutritivo,  fácil de utilizar y barato. Un alimento que gusta a los niños, a los adultos e incluso a los ancianos, en cuanto lo prueban, aunque no tengan cultura de haberlo ingerido en su juventud.

Un alimento versátil en su uso, ya que se puede comer tal como se presenta; o mezclado con frutas u hortalizas; o mezclado con mermeladas o batidos de frutas; o como ingrediente principal para hacer salsas nutritivas y sabrosas, en las que sustituye a los componentes muy grasos.

Un alimento imprescindible si queremos elaborar ricos y nutritivos helados cremosos, pero los queremos sin mucha carga de grasas saturadas ni excesivo aporte de azúcares añadidos.

Un alimento que como sólo necesita frío para su mantenimiento, se puede transportar a excursiones a la playa, la piscina o la montaña, ya que es muy fácil obtener bolsas isotérmicas en el mercado actual.

Recomiendo a las enfermeras de AP que se acuerden del yogur cuando tengan que prescribir dietas ricas en proteína, que sean cardiosaludables, dietas que mejoren la microbiota, dietas que sean aceptadas fácilmente por sus pacientes y usuarios en la consulta.

Para más información y conocimiento de la evidencia científica, ver Consenso FESNAD sobre el yogur.

Y recuerda siempre que los Cuidados nutricionales son fundamentales y son enfermeros. Porque como dice la Enfermera Dra. Madelaine Leininger “Puede existir cuidados sin curación;pero nunca existirá curación sin cuidados”   

 

 

 

Marilourdes de Torres

Autor Marilourdes de Torres

Delegada de nutrición del CGE; coordinadora del CC de ADENYD, secretaria general de UESCE; pero sobre todo me considero ENFERMERA PRESCRIPTORA.

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