El Día Mundial de las Enfermedades Venosas, celebrado a principios de marzo, nos incita a ensalzar la importancia de cuidar nuestra salud vascular, así como a entender la relevancia de disponer una “red venosa” de calidad.
Cierto es que muchos factores son biológicos, pero otros tantos son modificables. Por ello, es fundamental el realizar una promoción y educación de la salud en la población general con el fin de cuidar y promover un estilo de vida y acciones adecuadas con tal fin.
Pues en ciertas ocasiones, en momentos complicados, como puede ser un ingreso hospitalario es cuando se valoran más estas afecciones. Ya que la canalización de un catéter venoso es fundamental para fines como: administración de fármacos intravenosos, transfusión de hemoderivados, administración de nutrición parenteral, reposición de líquidos y electrolitos, obtención de muestras sanguíneas y realización de pruebas diagnósticas. En este momento, el disponer de un acceso venoso de calidad se convierte en todo un reto para el personal de enfermería. El cual también debe esmerarse en la inserción, mantenimiento y cuidados de dichos catéteres venosos para evitar la aparición de la flebitis que es la inflamación de un vaso sanguíneo provocando un problema focal o sistémico al paciente.
De esta manera, cabe enfatizar que es fundamental que en la población sana se conciencie el cuidar de su salud vascular mediante ciertas medidas como evitar pasar periodos de tiempo prolongados de pie y en caso de no poder evitarse usar medias de compresión moderada, siempre y cuando no haya complicaciones añadidas, realizar ejercicio físico moderado adaptado a las necesidades personales de cada persona como puede ser caminar, nadar, montar en bici (siendo un hábito constante adquirido favoreciendo el retorno venoso), evitar fuentes de calor prolongadas, así como luz solar directa sin protección adecuada y el llevar un calzado adecuado adaptado a las necesidades existentes evitando tacones altos de forma continua. Además de evitar el consumo de grasas saturadas y azúcares dado que contribuyen a desmejorar la salud cardiovascular.
Todas estas medidas contribuirán a mantener nuestro sistema circulatorio en las mejores condiciones posibles.
¡Cuida tu salud vascular para poder asegurar un acceso venoso de calidad!
*Por Beatriz Márquez, supervisora del Hospital HM Sanchinarro, Madrid
Oficina de Cultura Científica del CGE
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