HOY, 18 de junio, NO es un día cualquiera. HOY, miles de compañeras y compañeros de todos los puntos de nuestro país hemos venido a Madrid, y junto a numerosas personas, nos hemos manifestado con un mismo objetivo: Defender nuestros derechos y a nuestro Sistema Sanitario.
Hemos decidido mostrar públicamente nuestro profundo malestar y rechazo por una situación que no hemos provocado, pero que estamos sufriendo todos y todas… como profesionales, como pacientes, como sociedad en su conjunto.
Nuestro Sistema Sanitario, muy debilitado y deteriorado ya antes de la pandemia del Covid-19, ha tenido que hacer frente en los dos últimos años a una gravísima emergencia sanitaria y social nunca vivida en nuestra historia reciente.
Las enfermeras y enfermeros que hoy estamos aquí sabemos muy bien cómo todo lo sufrido, tanto a nivel profesional como personal, ha marcado un antes y un después en nuestras vidas y en las de nuestros seres más queridos.
Solo nosotras y nosotros podemos hablar de cómo nos han afectado a todos los niveles las cientos de horas llenas de impotencia, sobrecarga, cansancio y dolor por el padecimiento y sufrimiento de miles de personas.
Unos momentos extremadamente difíciles en los que nos sentimos muy acompañados por el conjunto de la sociedad, que reconocía todo lo que hacíamos, y en los que también escuchamos a los responsables de todas las administraciones y partidos políticos asegurar que tenían muy claro que necesitábamos un Sistema Sanitario más fuerte… un Sistema Sanitario mejor.
Se comprometieron a cambiar las cosas. Incluso, así lo acordaron en el Congreso de los Diputados. De manera unánime, aprobaron en julio de 2020 un documento con más de 200 medidas y actuaciones para mejorar nuestro Sistema Sanitario y las condiciones de sus profesionales.
Y ahora, en junio de 2022, casi dos años después, las enfermeras, los pacientes y la ciudadanía vemos como no se ha hecho NADA.
No estamos igual que antes de la pandemia, estamos peor.
Ahora ya NO les interesa a nuestros responsables públicos y políticos hablar de la Sanidad y de sus profesionales.
NO les interesa hablar de las listas de espera, ni de la permanente sobrecarga y tensión asistencial, ni del crónico y estructural déficit de plantillas enfermeras, ni de tantos y tantos problemas y deficiencias que afectan a la atención sanitaria y cuidados que se prestan a más de 47 millones de personas.
A ellos no les interesa, pero a nosotros SÍ. Por eso estamos hoy aquí. Para decirles de manera clara y rotunda lo que pensamos y lo que reclamamos.
Convocados por Unidad Enfermera, y en una manifestación que hace mucho tiempo no se producía, las enfermeras y enfermeros de nuestro país queremos denunciar la grave situación de abandono y precariedad que sufre nuestro sistema sanitario.
Tras años de continuos recortes en recursos y medios, el conjunto de administraciones públicas y autonómicas no han incrementado adecuadamente sus respectivos presupuestos como sería necesario para garantizar en todos los servicios de salud una atención óptima, rápida y de calidad.
No olvidemos que el porcentaje del PIB destinado a gasto sanitario público no supera el 6 por ciento en España mientras que en otros países de nuestro entorno europeo se destina más de un 10 por ciento.
En lugar de fortalecer presupuestariamente a uno de nuestros principales pilares del Estado del Bienestar, instituciones y gobiernos lo están debilitando cada vez más.
Por ello, exigimos una financiación adecuada y acorde con las necesidades de atención sanitaria y cuidados del conjunto de la ciudadanía.
Necesitamos un Sistema Sanitario fuerte y cohesionado que pueda hacer frente a los retos actúales y también a los futuros en una sociedad como la nuestra, cada vez más envejecida y con mayor cronicidad, dependencia y pluripatologías.
También nos manifestamos hoy, frente al Ministerio de Sanidad, como antes lo hemos hecho ante el Congreso de los Diputados y hace meses ante los servicios de salud autonómicos, para denunciar el nulo reconocimiento que desde las diferentes administraciones e instituciones públicas y privadas hacen a la aportación extraordinaria e imprescindible de las enfermeras.
No somos importantes y necesarias… que también, somos el MOTOR asistencial y de cuidados del Sistema Sanitario.
Por ello, las distintas administraciones públicas deben garantizar unas óptimas condiciones para nuestro desempeño profesional a todos los niveles y en todos los ámbitos. En los centros sanitarios y sociosanitarios, en los ámbitos de responsabilidad, gestión y dirección y a nivel científico, formativo y académico, entre otros.
Resulta absolutamente imprescindible también que nuestro Sistema Sanitario tenga las plantillas enfermeras necesarias y suficientes para garantizar la seguridad asistencial y evitar así mayores riesgos, complicaciones, reingresos, reintervenciones e, incluso, el aumento de la mortalidad y morbilidad. Y ello incluye el efectivo desarrollo e implantación de las Especialidades de Enfermería
¿Cómo es posible que España, año tras año, siga a la cola de Europa en número de enfermeras por habitante? Seguimos teniendo cinco enfermeras por cada 1.000 habitantes, cuando muchos países de nuestro entorno duplican o triplican esta ratio.
Somos profesionales, además, que trabajamos en entornos laborales con numerosos riesgos para nuestra salud y que sufrimos también la insatisfacción de algunas personas por el funcionamiento del sistema sanitario siendo víctimas de agresiones físicas y verbales. 8 de cada 10 compañeros los han sufrido a lo largo de su trayectoria profesional.
Trabajamos, además, con un nivel de precariedad y temporalidad muy alto. Muchas de las compañeras presentes saben muy bien lo que es encadenar contratos temporales de horas, días y semanas, llegando a acumular decenas o muchos más.
Unas lamentables condiciones que durante años han obligado a miles de profesionales a emigrar a otros países europeos o fuera de nuestro continente para poder trabajar de manera estable y digna. Una fuga de talento enfermero que ha sido muy bien aprovechada por todos estos países.
Una realidad profesional cuyo avance también se nos limita, no permitiendo, por ejemplo, pertenecer al Grupo A dentro de la administración pública.
Se trata de una grave discriminación y una falta de respeto a nuestra dignidad profesional, al no existir diferencias en cuanto al nivel académico entre disciplinas de cualquier área de conocimiento.
Por todo ello, HOY, 18 de junio, ha llegado el momento de decir NO.
NO a una realidad que minusvalora, limita y oculta la labor y potencial de nuestro colectivo.
Y NO a una realidad que deteriora, perjudica y daña la salud y seguridad de más de 47 millones de personas en nuestro país.
Las miles de enfermeras y enfermeros que nos manifestamos hoy en Madrid, y las decenas de miles que no han podido acompañarnos porque, no lo olvidemos, trabajamos las 24 horas al día, los siete días a la semana, y los 365 días al año… exigimos:
- MEJORAR NUESTRO SISTEMA SANITARIO CON UNA FINANCIACIÓN PÚBLICA SUFICIENTE.
- GARANTIZAR LA SEGURIDAD ASISTENCIAL EN TODO EL ESTADO CON UNA DOTACIÓN ADECUADA DE PLANTILLAS ENFERMERAS.
- ACABAR CON LA PRECARIEDAD Y LA TEMPORALIDAD LABORAL.
- LUCHAR CON FIRMEZA, UNIÓN Y COORDINACIÓN CONTRA LAS AGRESIONES A LOS PROFESIONALES.
- INCLUIR A LAS ENFERMERAS EN EL GRUPO A, SIN SUBGRUPOS.
HOY, hemos dado un nuevo de ejemplo de compromiso y responsabilidad con nuestro Sistema Sanitario y la salud de las personas.
HOY, las enfermeras y enfermeros hemos dado un primer gran paso adelante, al que seguirán otros muchos, para alcanzar la realidad profesional y laboral que nos merecemos.
HOY, la profesión, más unida y fuerte que nunca, lanza un claro y rotundo mensaje a todas las administraciones públicas y partidos políticos.
DEFENDEREMOS NUESTROS DERECHOS Y TAMBIÉN A LA SANIDAD, ahora y siempre.
Muchas gracias.
