Un engranaje perfecto

Durante estos meses las enfermeras españolas se han enfrentado a una carrera que todavía, a día de hoy, no parece que tenga fin. Una carrera en equipo en la que todos han aportado su grano de arena, pero en la que estar coordinados es clave para salvar la vida de los pacientes. El conocido como “pase de turno” o “cambio de guardia” siempre ha sido un proceso importante en cualquier unidad, pero aún más si cabe en las Unidades de Cuidados Intensivos. Es un momento de traspaso de información. Pero no solo eso, es un traspaso de responsabilidad de la atención y los cuidados de un paciente.

Las actuales circunstancias sanitarias que vivimos han hecho a los sanitarios tener que adaptarse a escenarios hasta ahora desconocidos e impensables derivados del desbordamiento de la demanda asistencial de un paciente muy concreto. Con la llegada del COVID-19 este “pase de turno” o “cambio de guardia” ha adquirido más relevancia todavía, ya que son pacientes que se pueden inestabilizar en cuestión de minutos. Por tanto, en estos casos, un buen pase facilita a la enfermera que entra una buena planificación de los cuidados, una buena organización y le asegura eficacia y practicidad a la hora de realizar el trabajo.

Pero no sólo la lucha contra el virus es lo que hace complicado este intercambio de información actualmente. El espacio físico donde se realiza también se ha visto modificado. Ya no se lleva a cabo a pie de cama para evitar posibles contagios, se hace en el control donde los monitores no paran de pitar y hay demasiado ruido, interrumpiendo en alguna ocasión ese traspaso de información.

Además, a esto hay que sumarle una barrera añadida: el uso de los EPI y/o mascarillas que dificulta esta comunicación. Sin duda, un engranaje perfecto el que las enfermeras y enfermeros demuestran a diario.

Florentino Pérez Raya

Autor Florentino Pérez Raya

Florentino Pérez Raya es el presidente del Consejo General de Enfermería

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