Tolerancia cero

Tolerancia cero

Las enfermeras en su día a día soportan estrés, condiciones laborales infames, menosprecio de la Administración, contagiarse y morir durante la pandemia por enfrentarse al virus sin medidas de protección… Todo eso y mucho más lo soportan por sus pacientes, por su vocación inquebrantable, pero todo tiene un límite. De hecho, para lo que no hay justificación alguna es para sentir miedo o sufrir lesiones, amenazas o vejaciones cuando uno simplemente desempeña su labor en su puesto de trabajo. Y menos cuando su trabajo consiste en salvar vidas, en cuidar de la salud de las personas. Por eso, ante la violencia, ya sea verbal o física, debemos tener tolerancia cero. (más…)

Sin examen de la pandemia tres años después

Sin examen de la pandemia tres años después

Tres años después del estallido del COVID-19, con cerca de 120.000 muertos reconocidos oficialmente y 13,5 millones de infecciones contabilizadas a las espaldas, España sigue sin tener noticia de evaluación independiente alguna de la gestión de la pandemia. La ausencia de este análisis sobre los fallos que hubo y las razones que los motivaron no es baladí. No sólo es que el Gobierno incumpla su promesa -otra más- para irse de rositas, que ya es grave, sino que, además, supone un vacío de información que resultaría vital en caso de que otra enfermedad transmisible se expandiera por nuestras fronteras. (más…)

Un complejo abordaje

Un complejo abordaje

Cuando las enfermeras se enfrentan a determinadas patologías puede darse el escenario de que esa enfermedad tenga un tratamiento eficaz, lo que centra en la adherencia el principal obstáculo para la recuperación. Luego encontramos otras dolencias para las que, por desgracia, no existe una terapia eficaz más allá de garantizar una mínima calidad de vida y proporcionar unos cuidados adecuados hasta el desenlace final. Obvio que también existen matices y grises entre ambas situaciones descritas, pero luego encontramos cuadros que son un auténtico laberinto en su abordaje, que implican una complejidad importante a la hora de llevar a cabo nuestro trabajo y el del resto del equipo sanitario. Y eso ocurre, por ejemplo, con los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), tal y como se explica en el reportaje principal de nuestra revista. ¿Por qué? Por muchas razones como la edad media de los afectados, el entorno social, los estímulos mediáticos o de las redes sociales, y la facilidad con las que se dan tres pasos hacia atrás después de haber logrado, con un esfuerzo titánico, haber dado uno hacia la recuperación de las pacientes. Hablo en femenino,
pues son mayoría. (más…)

Juntos somos imparables

Juntos somos imparables

El Consejo General de Enfermería ha hecho entrega de los Segundos Premios de Investigación de la institución y, como representantes de la misma, nos alegramos de que por fin hayamos podido hacerlo en un gran acto presencial con el que hemos querido hacer visible la decidida apuesta de la Organización Colegial por la investigación enfermera. Una apuesta que comienza con el impulso firme hace cuatro años del Instituto Español de Investigación Enfermera integrado por enfermeras con una trayectoria importante en la investigación, la asistencia, la docencia y la gestión. (más…)

Una visión escorada de la reforma sanitaria

Una visión escorada de la reforma sanitaria

Después de tirarse años pregonando a los cuatro vientos que la Sanidad española es la mejor del mundo, y de sacar pecho por su “resiliencia” durante la pandemia, los ideólogos sanitarios de izquierdas empiezan a caer en la cuenta de que el Sistema Nacional de Salud debe refundarse. Justo lo que llevan sosteniendo expertos sanitarios independientes desde que saliera a la luz y quedara relegado en un cajón polvoriento el informe Abril Martorell. Como es natural, esos ideólogos no dan todo su brazo a torcer y tratan de arrimar el ascua a su sardina. ¿Reformas? Sí, vienen a decir, pero no las que propugnan los ideólogos de la derechona y los expertos ennoviados con la industria farmacéutica o con la sanidad privada, los dos satanes a los que conviene hacer vudú. (más…)

Resistencia y sumisión

Resistencia y sumisión

En mi último artículo, concluía la reflexión afirmando, no sin lo que entendí como clara ironía, que cualquier reivindicación, protesta, reproche o, no digamos aún, huelga enfermera son incompatibles con nuestra vocación, nuestro compromiso ético-deontológico y, por ello, con lo que entendemos como “profesionalismo enfermero”, esto es, el cultivo de la profesión como legítimo medio de vida. (más…)

Los cuatro signos del principio del fin de la sanidad

Los cuatro signos del principio del fin de la sanidad

En los últimos meses se han activado cuatro señales que aventuran una próxima explosión del Sistema Nacional de Salud (SNS) que hemos conocido hasta ahora sin que se aprecien signos de preocupación de las autoridades sanitarias pese a la suma gravedad de lo que acontece. De algunas de ellas ya se ha hablado hasta la saciedad pero de otras, apenas nada. La primera afecta a los pacientes, y es la lista de espera, disparada hasta límites insospechados. Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, 742.518 enfermos aguardaban una intervención quirúrgica el pasado mes de junio, el récord histórico, y lo hacían una media de 113 días. A ello hay que sumar la lista de espera que soportan para acceder a la atención primaria, para ser derivados después al especialista -que alcanza los 79 días de media-, y para conocer el resultado de las pruebas diagnósticas practicadas. Estos datos evidencian que la Sanidad española no da más de sí con los presupuestos y el modelo de gestión vigentes. Sin embargo, no son los únicos que dan la voz de alarma. (más…)

La sanidad languidece entre pacientes hacinados

La sanidad languidece entre pacientes hacinados

La Sanidad pública ya no da más de sí y, técnicamente, explota. No es un problema exclusivo de Madrid, ni de otros feudos ávidos de regalar una tarta del pastel a la pérfida iniciativa privada, como insiste en repetir de forma machacona un sector de la izquierda decidido a echarse al monte para capturar el voto de los más incautos. Se trata de un problema global, de todo el país, que no azota solo a la capital, aunque también lo padece. La última manifestación de esta tensión galopante, de esta bomba de relojería que le estallará al próximo Gobierno que salga de las urnas, puede apreciarse estos días en los dispositivos asistenciales, hacinados de pacientes esperando hasta 72 horas en los pasillos de urgencias para acceder a una cama en planta. (más…)