Formar a sanitarios para que luego se vayan gratis

La correcta planificación de los recursos humanos continúa siendo una de las grandes asignaturas pendientes del Sistema Nacional de Salud (SNS). A lo largo de los años se han sucedido ministros de distinto signo, secretarios generales y directores generales de Ordenación Profesional.

También lo han hecho las reuniones en la Comisión de Recursos Humanos del Consejo Interterritorial, el foro de coordinación de la política sanitaria en el conjunto del Estado. El bagaje cosechado a resultas de todo ello es, por decirlo de forma generosa, escaso.

A día de hoy, sobran especialistas médicos en algunas áreas y faltan en otras. En algunas especialidades la edad mayoritaria de sus miembros se acerca peligrosamente a la de jubilación y en otras el número de especialistas se encuentra a años luz del que será necesario a la vista de la edad y las previsibles patologías que padecerá la población a atender. En todos los casos, la ausencia de un registro y de datos demográficos fidedignos que permitan anticipar con precisión las necesidades futuras agrandan el problema, sin que nadie parezca capaz de ponerle remedio.

En materia de enfermería, la situación es parecida. Resulta claro que faltan miles de profesionales que el sistema formativo no ha sido capaz de proporcionar. En esta tesitura, la solución fácil es incrementar el número de plazas en las facultades y los sistemas de formación especializada. Desde este punto de vista, a mayor producción de trabajadores menor será la carestía de los mismos. Es por lo que está apostando el Ministerio de Sanidad tras estallar el escándalo de la carencia de profesionales durante y después de la pandemia de COVID-19.

Esta política cortoplacista palía los síntomas del problema, pero queda lejos, sin embargo, de atajarlo de raíz. ¿Por qué faltan sanitarios en España? Una de las causas, efectivamente, puede ser la escasez de las plazas formativas, por lo que incrementarlas parece lo correcto, aunque hacerlo sin una planificación previa de las necesidades a medio y largo plazo puede resultar contraproducente. La otra causa es la pérdida de atractivo de la Sanidad española como lugar de trabajo, con plantillas infradotadas, salarios pésimamente retribuidos, ausencias de incentivos y de una carrera profesional moderna y eficaz, y sobrecargas de trabajo en ambientes cada vez más hostiles, con pacientes cada vez más exigentes.

Estas causas han propiciado una fuga de sanitarios hacia otras latitudes que se seguirá produciendo en el futuro sin antes no se corrigen. ¿Alguien lo está haciendo? No. La conclusión de este desatino es que España gastará cantidades ingentes en la formación de sus profesionales para que otros países se los lleven luego gratis. Con ofrecerles unas condiciones más atractivas de las que aquí tienen les vale. El déficit de sanitarios en España, por tanto, proseguirá.

PREGUNTAS CON RESPUESTA

¿Qué movimiento tuvo que hacer el dueño de una empresa para evitar una querella que hubiera puesto en una situación muy complicada a la misma?
¿Qué alto cargo del Ministerio de Sanidad saldrá seguro del mismo si finalmente repite Miñones como ministro?
¿Qué información resultó clave para que no fuera nombrado gerente de un hospital de Madrid uno de los postulados por Juan José Fernández Ramos?
¿Qué consejero de Sanidad de una comunidad que no es del sur es fiel seguidor del Heavy Metal y tiene como uno de sus grupos favoritos al grupo Judas Priest?

Sergio Alonso

Autor Sergio Alonso

Fundador y director del suplemento A tu salud del diario LA RAZÓN

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