Agilizar procesos sin renunciar a la humanización

La Inteligencia artificial (AI o IA, si nos remitimos a sus siglas en inglés) ha pasado en tiempo récord a formar parte de nuestro vocabulario y nuestras conversaciones cuando hace no mucho era algo patrimonio de los escritores de ciencia ficción. Por una parte, se considera este avance tecnológico un catalizador de todo tipo de soluciones que harán nuestra vida mejor, con una impensable agilidad de procesos y decisiones automáticas. Otros, por el contrario, auguran un negro futuro en el que las máquinas tomen conciencia de su propia existencia y decreten la exterminación de los seres humano o, sin saberlo nosotros, nos conviertan en una sociedad más manipulable.

Cuando se aborda la posible aportación de la inteligencia artificial a las ciencias de la salud podemos caer en el tópico de concebir un robot humanoide capaz de diagnosticar un problema, realizar análisis y proponer el tratamiento correcto, un mundo en el que los profesionales sanitarios no resulten imprescindibles y sus habilidades se vean superadas por microchips y procesadores. No llegaremos a ese extremo. Pero sí es cierto que la IA propiciará que seamos más eficaces en los tratamientos y en la atención, pues nos permitirá dedicarle el tiempo al paciente y no a tareas rutinarias que la digitalización puede lograr. Facilitará que podamos ser mejores enfermeras, cambiando la dedicación del tiempo, para centrarla en las personas y no en otras tareas rutinarias, como la recopilación de datos.

Ciertos procesos tecnológicos superan ampliamente la capacidad humana. El big data resulta de utilidad en el análisis de muchos datos estadísticos y en investigación y la inteligencia artificial puede agilizar determinados procesos rutinarios, ayudar a organizar un sistema complejo como el sanitario de forma más eficiente. Pero no nos engañemos, ningún cerebro informático ni un robot puede reemplazar los cuidados enfermeros. Hay determinados matices, señales no verbales, contextos que, ni ahora ni en un futuro próximo, puede asimilar una máquina. La enfermería nunca perderá su esencia y su humanidad.

Florentino Pérez Raya

Autor Florentino Pérez Raya

Florentino Pérez Raya es el presidente del Consejo General de Enfermería

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