La Organización Mundial de la Salud lo dice bien claro: todas las mujeres del mundo tienen derecho a tener una experiencia de parto positiva. Siguiendo esta línea, vamos a dedicar una serie de artículos a explorar paso a paso a que se refiere la OMS con esto y como afecta a nuestras pacientes y a nosotros mismos como profesiones.
1. Respeto y dignidad
Traducido a un lenguaje que todos entendemos, la Organización Mundial de la Salud pretende enfatizar el hecho de que todas las parturientas deben ser respetadas no sólo en sus opiniones y opciones, sino también en sus decisiones.
Vivimos en la era de la información en la que las mujeres ya no llegan a la recta final del embarazo simplemente armadas con las historias de sus familiares y amigas sino que ahora el mundo del conocimiento se abre ante nosotros a través de un click. Por ello, es tremendamente importante que estas mujeres, nuestras pacientes, no sólo sean capaces de tener acceso a esa información y toman decisiones informadas como ya hemos dicho, sino que nosotros, los profesionales de la maternidad, debemos estar adaptados a este cambio para poder guiarlas.
Las intervenciones deben ser previamente explicadas y consentidas, los protocolos deben ser consensuados y, sobre todo, la dignidad debe ser conservada.
Advoquemos por nuestras pacientes y demostrémosles que, como matronas, estamos ahí por y para ellas.
Que nuestra práctica respetuosa las empodere para así empoderarnos a nosotras mismas.