La especialidad de Enfermería Pediátrica, tal y como hoy la conocemos, con dos años de formación por la vía EIR, se desarrolló en 2010, con la aprobación definitiva de su programa formativo, pero como sucede con nuestras especialidades, su desarrollo es muy diferente en las distintas comunidades autónomas. Algunas no han creado la categoría de la especialidad, otras no tienen bolsa de empleo específica y la gran mayoría no han establecido puestos de trabajo que deban ser ocupados por especialistas.
Casi 13.000 compañeras y compañeros tienen el título de la especialidad, pero de ellas un escaso porcentaje ejercen las competencias para las que se han formado. Mientras, puestos que requieren una gran especialización y unos cuidados enfermeros muy complejos, como pueden ser una UCI pediátrica o neonatal, e incluso la atención a un niño trasplantado de médula, se ven privados de recibir la mejor atención enfermera, lo que supone un grave derroche tanto de recursos humanos como económicos. ¿De qué sirve formar enfermeras, darles una especialización que está reconocida como de las mejores del mundo, si después tienen que trabajar en otras unidades alejadas de la Pediatría? Resulta del todo incongruente que teniendo enfermeras formadas en la especialidad estas no estén atendiendo a nuestros niños.
Para demostrar la importancia que tiene la Enfermería Pediátrica, en el último número de ENFERMERÍA FACULTATIVA hemos recorrido el área infantil del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, uno de los más punteros de nuestro país. De la mano de las enfermeras especialistas que trabajan en este hospital podemos comprobar lo indispensable que resulta la labor que realizan en las distintas unidades pediátricas de este centro. Si se conociese mucho más su papel nadie tendría dudas de los imprescindible que resulta esta especialidad.
Finalmente, quiero aprovechar estas líneas para desearos a todos que, en este 2024, las enfermeras y enfermeros sigamos avanzando para hacer realidad nuestros sueños.
Autor Florentino Pérez Raya
Florentino Pérez Raya es el presidente del Consejo General de Enfermería