Los directores generales de Recursos Humanos de las Consejerías de Salud y del Ministerio de Sanidad andan estos días de cabeza y al borde de un ataque de nervios. La razón es la macrooferta de empleo público -la mayor de toda la Democracia- que a finales del pasado mes de marzo decidió poner en marcha el Ministerio de Hacienda para consolidar alrededor de 250.000 plazas en la Administración. De ellas, nada más y nada menos que cerca de 130.000 corresponden al sistema sanitario en su conjunto.

Autor Sergio Alonso
Fundador y director del suplemento A tu salud del diario LA RAZÓN