Vacuna, la palabra del año

Según la Real Academia Española, “vacuna” es un preparado de antígenos que, aplicado a un organismo, provoca en él una respuesta de defensa. Eso lo saben todos los profesionales sanitarios, pero me atrevo a decir que un porcentaje importante de la población desconocía el mecanismo de actuación de estos medicamentos que, en esencia, han cambiado la historia de la Humanidad desde el punto de vista de la salud. De hecho, en la época prepandemia proliferaban los colectivos desinformados o malintencionados -pero más lo primero que lo segundo- que denostaban las vacunas y fomentaban los bulos poniendo en riesgo la vida de niños y adultos. Ahora en las vacunas reside la esperanza de superar este reto mayúsculo que afronta el mundo.

Todo el mundo habla de las vacunas, con nombres y apellidos, comentando si utilizan el ARN mensajero o un virus atenuado, cuáles son los laboratorios que las han desarrollado, índice de efectividad, efectos adversos, tramos de edad… No se habla de otra cosa por la sencilla razón de que queremos sentirnos menos vulnerables frente al maldito coronavirus. Ya no se charla del fútbol o del tiempo, sino de vacunas. Eso no es malo en sí mismo, pero la sobreinformación de los medios, los enfoques un poco extremos de las incidencias que puedan registrar las vacunas -normales por otra parte- están sembrando cierta inseguridad en los ciudadanos. Las enfermeras nos comentan que los pacientes acuden a vacunarse cuando les llega el turno con muchas dudas por lo que leen o escuchan.

Sin embargo, nuestros profesionales les transmiten toda la información con su habitual trato cercano y de una forma adaptada a la persona que tiene delante. Normalmente, esa explicación conduce a la tranquilidad y el paciente comprende que lo que le están administrando es un medicamento sometido a estrictos controles y que es un elemento que juega en favor de su salud. Evidentemente, hay grados de efectividad, hay contraindicaciones o efectos secundarios, exige vigilancia y control. Sí, es un medicamento. Pero mantengamos la calma y no polaricemos el debate en torno a las vacunas, ni hablemos de estos productos como si fueran marcas de coches. Las vacunas que se administran en nuestro país están aprobadas y testadas. Se ha llegado a hablar de cobayas, de eugenesia a través de la vacunación, de control totalitario. Por favor, impongamos la coherencia mediante información certera y rigurosa canalizada principalmente a través de los profesionales sanitarios. Nos jugamos mucho.

Florentino Pérez Raya

Autor Florentino Pérez Raya

Florentino Pérez Raya es el presidente del Consejo General de Enfermería

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