*Por Francisco Gómez Vitero, vicepresidente del Colegio de Enfermería de Alicante y profesor asociado de Enfermería Universidad Cardenal Herrera – CEU
En medio de una plaza unos operarios ponen una cabina telefónica, al mismo tiempo un hombre y su hijo pasan por ahí para coger el autobús escolar; tras esto el hombre entra en la cabina para realizar una llamada, pero el teléfono no funciona y la puerta no se abre. Así comienza “La Cabina” una de las películas más desconcertantes que he visto en mi vida, donde poco a poco se genera un clima asfixiante y desesperanzador que consigue remover las entrañas de los telespectadores. Esta situación es contemplada por curiosos que se van congregando alrededor de la cabina, unos intentan ayudarle, otros simplemente observan, el hombre se va desesperando cada vez más hasta que los mismos operarios que pusieron la cabina aparecen para llevársela con él dentro…