España se encamina de nuevo hacia el desastre si nadie le pone remedio. Los polvos del letargo de las administraciones públicas durante el verano se han convertido ahora en lodos que amenazan con llevarnos por delante, como sucedió durante los trágicos meses de marzo y abril de la primera ola. Los datos que apuntalan tan negros augurios están en los despachos de las autoridades sanitarias de todo el territorio desde hace días y conviene enumerarlos para que luego nadie se llame a engaño. No se los escucharán más que de forma ambigua, pero son los que son y a ellos habrá que atenerse para afrontar con conocimiento pleno la dimensión de lo que puede venirnos encima. Read more…

Autor Sergio Alonso
Fundador y director del suplemento A tu salud del diario LA RAZÓN