El absentismo laboral se ha convertido en un problema económico-sanitario de primer orden. Randstad revela por ejemplo que en el tercer trimestre de 2023 la tasa repuntó un 6% y que 281.500 empleados faltaron cada día a su puesto de trabajo en ese periodo sin contar con la preceptiva baja. El brutal impacto que estos y otros datos generan sobre la productividad y los costes empresariales tiene una génesis variada, figurando como algunas de las causas la existencia de una legislación laxa, la picaresca y a veces la sobrepresión que ejerce el mercado laboral sobre los trabajadores que se mueven en su órbita. No hay que desdeñar tampoco el deterioro general que sufre la Sanidad. Read more…
Autor Sergio Alonso
Fundador y director del suplemento A tu salud del diario LA RAZÓN